sábado, 11 de enero de 2014

CÓMO USAR LA VOLUNTAD - CAPITULO IX

CAPITULO IX - CÓMO USAR LA VOLUNTAD
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PARA empezar a enriquecerse de un modo científico, usted no debe aplicar su poder de voluntad a nada que esté fuera de usted. Usted no tiene derecho a hacerlo, de todos modos. Es un grave error aplicar su voluntad a otros hombres y mujeres, para conseguir que ellos hagan lo que usted desea que se haga.

Es tan flagrantemente dañino obligar a la gente por medio del poder mental, como obligarlos por el poder físico. Si las personas son compelidas por la fuerza física para que ejecuten cosas para usted, los reduce a la esclavitud; obligándolos por un medio mental logra exactamente la misma cosa; la única diferencia está en los métodos.

Si tomar cosas de la gente por medio de la fuerza física es un robo, tomar cosas por la fuerza mental es también un robo; en principio, no hay ninguna diferencia.

Usted no tiene ningún derecho a usar el poder de su voluntad sobre otra persona, aunque sea para su propio bien, ya que usted no sabe qué es bueno para esa otra persona.

La ciencia de hacerse rico no requiere que usted aplique el poder u obligue a cualquier otra persona, de ningún modo en absoluto. No hay la más mínima necesidad de hacerlo; en efecto, cualquier tentativa de usar su voluntad sobre otros sólo tenderá a hacer fracasar su objetivo.

Usted no tiene que aplicar su voluntad a las cosas, para obligarlas a que lleguen a usted. Esto sería como obligar a Dios, y sería tan fatuo e inútil, como irreverente.

Usted no tiene que obligar a Dios para que le dé cosas buenas, más de lo que usted tiene que usar su poder de voluntad para que amanezca.

Usted no tiene que usar su poder de voluntad para conquistar a una deidad poco amistosa, o para hacer pujas obstinadas y rebeldes.

La SUSTANCIA es amistosa con usted, y está más ansiosa para darle lo que usted quiere, que usted en conseguirlo. Para hacerse rico, usted sólo tiene que usar su poder de VOLUNTAD sobre usted.

Cuando usted sepa qué pensar y qué hacer, debe usar luego su VOLUNTAD para obligarse a pensar y hacer las cosas correctas. Esto es el empleo legítimo de la voluntad para conseguir lo que usted quiere, y usarlo en mantenerse usted mismo en el curso correcto.

Emplee su VOLUNTAD para mantenerse pensando y actuando de CIERTO MODO.


No intente proyectar su voluntad, sus pensamientos, o su mente afuera, al espacio, para que actúe sobre las cosas o personas. Mantenga su mente en casa; puede lograrse más allí que en cualquier otro sitio. Use su mente para formarse una imagen mental de lo que usted quiere, y para sostener esa visión con fe y un objetivo; y emplee su voluntad para mantener su mente trabajando del MODO CORRECTO. Cuanto más estable y continua sea su fe y su objetivo, más rápidamente usted se enriquecerá, porque usted enviará sólo impresiones POSITIVAS a la SUSTANCIA y no las neutralizará o las suplirá con impresiones negativas. La imagen de sus deseos, defendida con la FE y el OBJETIVO, será recibida por la SUSTANCIA SIN FORMAR, que la impregnará a grandes distancias por todo el universo, por todo lo que yo sé.


A medida que estas impresiones se esparcen, todas las cosas se ponen en movimiento hacia su realización; cada ser vivo, cada cosa inanimada, y las cosas que aún no han sido creadas, son mezcladas para llegar a ser lo que usted quiere.

Toda la fuerza comienza a ser ejercida en esa dirección; todas las cosas comienzan a moverse hacia usted. La mente de las personas, por todas partes, reciben la influencia para hacer las cosas necesarias para la realización de sus deseos; y ellos trabajan inconscientemente para usted.


Usted puede comprobar todo esto si comienza dándole una impresión negativa a la SUSTANCIA SIN FORMAR.

Es tan seguro que la duda o la incredulidad comienzan un movimiento alejándose de usted, como que la fe y el objetivo comienzan un movimiento dirigiéndose hacia usted.

Es por no entender esto que la mayoría de la gente que intenta aprovechar la ciencia mental para hacerse rico, fracasa.

Cada hora y momento que usted pasa prestando atención a las dudas y al temor, cada hora que usted pasa preocupándose, cada hora en la que su alma se deja poseer por la incredulidad, pone un impedimento que lo aleja del dominio completo de la SUSTANCIA INTELIGENTE.


Todas las promesas son para aquellos que creen, y sólo para ellos. Fíjese cómo Jesús insistió tanto sobre ese punto de la fe; ahora usted sabe por qué lo hizo.

Ya que la fe es tan importante, le conviene proteger sus pensamientos; y como su fe se extenderá por las cosas que usted observe y piense, es importante que usted pueda tener autoridad sobre su atención.

Y aquí viene el empleo de la VOLUNTAD; ya que es según su voluntad que usted determina sobre qué cosas fijará su atención.




El Conde: "El Secreto Del Éxito De Las Estrellas:Cómo Ser Como Ellos"




Si usted quiere hacerse rico, no debe hacer un estudio de pobreza.

Las cosas no se realizan pensando en sus contraposiciones.

La salud nunca debe ser lograda estudiando la enfermedad y pensando sólo en la enfermedad.

La honradez no debe ser promovida estudiando el pecado y pensando en el pecado. Y nadie ninguna vez se enriqueció estudiando la pobreza y pensando en la pobreza.

La medicina, como una ciencia de enfermedades, ha aumentado la enfermedad; la religión, como una ciencia del pecado, ha promovido el pecado, y la economía, como un estudio de pobreza, llenará el mundo de miseria y necesidades.

No hable sobre la pobreza; no la investigue, ni se relacione con ella.


Mente millonaria: Reloaded.

No importa cuáles sean sus causas; usted no tiene nada que ver con ellos.

Lo que a usted le concierne es LA CURA.



No gaste su tiempo en el trabajo caritativo, o en movimientos de caridad; toda la caridad sólo tiende a perpetuar la miseria que apunta a erradicar.

No digo que usted deba ser de corazón duro o poco amable, y rechace oír el grito de la necesidad; pero usted no debe intentar erradicar la pobreza por medio de los caminos convencionales.

Ponga la pobreza y todo lo que lo pertenezca detrás de usted, y hágalo bien:

¡Hágase rico! Esa es la mejor manera en la que usted puede ayudar al pobre.

Pero usted no puede mantener la imagen mental de hacerse rico, si llena su mente con las imágenes de la pobreza.

No lea libros ni periódicos que den las estadísticas circunstanciales de la miseria de los habitantes y su falta de vivienda, de los horrores del trabajo infantil, etcétera.

No lea nada que llene su mente con las imágenes sombrías de las necesidades y el sufrimiento.

Usted no puede ayudar el pobre en lo más mínimo por el sólo hecho de conocer esas cosas; y que se sepa en todas partes de ellos no tiende en absoluto a abolir la pobreza.

Lo que tiende a abolir la pobreza no es mantener las imágenes de la pobreza en su mente, sino las imágenes de adquisición de riqueza en las mentes de los pobres.

Usted no está abandonando al pobre a su miseria cuando no le permite a su mente estar llena de las imágenes de aquella miseria.

La pobreza puede ser abolida, no aumentando el número de gente que piensa en la pobreza, sino aumentando el número de gente pobre que intenta enriquecerse por medio de la fe.

El pobre no necesita de la caridad; necesita la inspiración.

La caridad sólo les da un trozo de pan para mantener viva su miseria, o les da hospitalidad como para hacerlos olvidar durante una hora o dos; pero, en cambio, la inspiración hará que ellos puedan elevarse de su miseria.
                  
Si usted quiere ayudar al pobre, demuéstrele que pueden hacerse ricos; demuéstrelo enriqueciéndose usted mismo.



La única manera en que la pobreza alguna vez podrá ser desterrada de este mundo es consiguiendo un gran –y constantemente en aumento– número de personas que practiquen las enseñanzas en este libro.


Deben enseñar a la gente a hacerse ricos por medio de la creación, no por la competencia.

Cada hombre que se hace rico por medio de la competencia, echa abajo la escalera por la que él se ha elevado, y mantiene a los otros abajo; pero cada hombre que se enriquece creando, abre un camino para que miles puedan seguirlo, y los inspira para hacerlo. Usted no demuestra dureza de corazón o insensibilidad cuando rechaza compadecerse de la pobreza, ver la pobreza, leer sobre la pobreza, pensar o conversar de ello, o escuchar a los que hablan de pobreza.

Use su VOLUNTAD para mantener su mente fuera del sujeto de pobreza, y mantenerla fija con la FE y el OBJETIVO SOBRE la visión que usted quiere.




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